Tatarstán, Rusia.- Maria Vassilieva, vecina de un pueblo de la república rusa de Tatarstán, a 850 kilómetros de Moscú, está viendo día a día cómo le crecen los dientes, algo nada llamativo si no fuera porque ya ha cumplido los… ¡104 años!
La anciana vive sola, ya que su marido y sus hijos fallecieron hace muchos años. Ella dedica buena parte de su tiempo al pequeño huerto que tiene en su casa y a dar de comer a los pájaros que acuden a diario a hacerle compañía. Este fenómeno todavía no encuentra respuesta médica, mas ello no impide que la anciana (toda una celebridad ya en la región) continúe su dieta usual a base de carne de venado, pescado y variadas hortalizas cosechadas por ella misma. “Siempre he sido de ´buen diente´”, afirmó mientras temblorosamente arrojaba su dentadura postiza a una letrina comunal.
Pekín, China.- Wang Zhongping, un ciudadano chino de 40 años, pasó cuatro horas y media soportando la congelación de sus espectaculares calzoncillos a cuadros, sentado sobre un grueso bloque de hielo con el objetivo de entrar en el libro Guiness de los récords. Wang, el héroe del frío, derrotó, sin mover apenas un músculo a otros 47 aspirantes a ingresar en el libro con semejante proeza, pendiente todavía de ser ratíficada por la editorial. Los legendarios calzoncillos a cuadros del chino “nalgas de acero” pasarán a formar parte de la colección del prestigioso Museo de Arte Moderno de NY, el cual así se prepara, obviamente, para presentarlo como plato fuerte de su muestra de invierno.
Rafaela, Argentina.- El loro "Pepo" estuvo cinco días "detenido" por orden judicial en la ciudad argentina de Rafaela hasta que "confesó" la identidad de su dueño, con lo que se dirimió una disputa por la posesión del ave. Después de sucesivos "interrogatorios" en una comisaría de policía, el pájaro terminó por llamar a "Jorge", en alusión a Jorge Machado, quien junto con su esposa había denunciado el robo del que consideran "el tercer hijo de la pareja".
"Pepo" desapareció hacía una semana de la percha que ocupaba en el patio de la casa de los Machado, quienes emprendieron una intensa búsqueda hasta que los hijos del matrimonio lo hallaron en manos de la familia Carcelén, que vive a unos cien metros de ellos. Pero los Vega se negaron a devolver la mascota con el argumento de que habían hallado a "Pepo" mucho antes de su desaparición, cuando regresaban de un pase. Estalló así una disputa entre ambas familias que puso al loro "en un evidente estado de shock" que le impidió identificar a su verdadero dueño, señaló Machado.
Este contó que, al fracasar la "mediación" de una patrulla policial, presentó una denuncia por robo que quedó a cargo del juez Osvaldo Carlos, quien decidió que el loro pasara "unos días en la comisaría" hasta que "confesara" la identidad de su dueño. Machado señaló que aportó como pruebas a su favor el hecho de que "Pepo" sabe cantar la marcha del San Lorenzo, club de fútbol del que es hincha, y también la popular canción "Zapatos rotos". Pero el loro se mantuvo mudo durante cinco días hasta que llamó a su dueño por su nombre, con lo que se resolvió la controversia.
Es de destacar en esta historia que los policías "se encariñaron tanto" con la mascota que la consideraban como "un miembro más" de la comisaría y le habían asignado "un guardia especial para que verificara si en algún momento emitía alguna palabra que identificara su origen". "Pepo" es muy inteligente y compañero, sabe la canción de la hinchada de San Lorenzo, pero es difícil que la cante ahora porque al equipo le va muy mal" en el torneo de la liga de primera división, aseguró Machado. Lo cierto es que a los Carcelén se les vendría una buena temporada en el “apellido”, de prosperar la denuncia por secuetro interpuesta por los dueños del ya célebre, y codiciado, loro “Pepo”.