“No por no estar, no se va a disfrutar”.
En insospechados rincones jugadas magistrales desfilan por pulidas superficies. De todo tamaño. Desde todos los ángulos. Nítidas sin importarles su lejanía. La Copa Brasil 2014, consumida de copa en copa. Brasil 2014, la Copa que copa nuestro tiempo. El mundo pegado a una pantalla ve pegarle a un balón. Y un lente lo registra. Todo se detiene por treinta días. De golpe.