Julio 2014: Mundial Brasil & Wimbledon

Fútbol y Tenis en la cabeza

Por: Mariano Naranjo Bustios
Periodista Deportivo
Director de TVPerú Deportes

La Copa se fue para Europa, por primera vez desde América. Alemania hizo lo justo y la ganó. Un Mundial que tuvo de todo, lágrimas, polémicas, tristezas, pero lo más importante, se vivió fútbol y eso nadie lo puede negar. Y mientras en Brasil se llevaba a cabo la fiesta del fútbol, a kilómetros de distancia otro deporte popular seguía su tradición. El llamado deporte blanco tuvo su fiesta en Wimbledon.


Sin duda, el mes de julio fue un mes deportivo. El evento de la Copa Mundial de la FIFA, desarrollado en Brasil, tuvo paralizado al mundo por más de 30 días. Desde su inicio, hasta la gran final llevada a cabo el domingo 13 de julio, millones de personas se introdujeron en la fiesta del fútbol.
Debemos decir que fue el mundial donde se vinculó muchísimo a las redes sociales. Facebook, Twitter e Instagram fueron los focos de atención y los principales vehículos de comunicación de las selecciones, jugadores y, por supuesto, los medios de comunicación.
Ahora, en el plano futbolístico, este mundial nos dejó muchísimas cosas para el análisis. No solo fue un torneo de récords, sino también de sorpresas. Ya comentamos las eliminaciones de Italia, España e Inglaterra; ahora nos toca comentar del triste final del anfitrión, Brasil. Realmente lo acontecido por la verdeamarilla es para el olvido. 10 goles en 2 partidos dejan opacado totalmente el haber quedado entre los 4 semifinalistas. Hubiese sido mejor quedar eliminados en octavos o en cuartos que tener que recordar la histórica goleada que le propinó Alemania.
Quizá nadie recuerde el tiro al palo del chileno Pinilla que los pudo dejar fuera en octavos; ni tampoco que Colombia pudo empatarles el partido. Los recuerdos se basan sobre aquellos 90 minutos en que Alemania se paseó y le propinó una goleada de 7 a 1. Esa afrenta, el “Mineirazo”, es un tema que los brasileños no olvidarán y será una espina quizá más profunda, en comparación con el “Maracanazo”.
Hubo partidos y partidazos. Creemos que Colombia mereció más, al igual que México. Que lo de Costa Rica fue heroico. Tenemos también los detalles de aquellos récords quebrados, como el del longevo Mondragón, o el goleador histórico Klose. Pero también hubo situaciones que opacaron la fiesta, como el “mordisco” de Suárez o la lesión de Neymar, sin dejar de mencionar la polémica elección de Messi como el Balón de Oro.
Sobre el Campeón, debemos decir que lo de Alemania fue justo. Convincente y parejo el rendimiento del equipo de Low. No destacó hasta el partido con Brasil, pero siempre mostró ser un equipo cohesionado con jugadores que sobresalieron como Muller, Neuer, Lahm y Schweinsteiger, este último, un verdadero todo terreno. Por su parte, Argentina fue un equipo regular, que fue de menos a más con un juego inteligente y ordenado. Mascherano fue, sin duda, el abanderado de este equipo, muy por encima de Messi, que tan solo tuvo chispazos y no mantuvo un rendimiento parejo, de aquellos que se necesitan en este tipo de competencias; y eso fue su pecado. Lesionado Di María y disminuido el Kun, no hubo quién le haga compañía al buen “Lio”, pero pese a todo, se llevó el Balón de Oro sin merecerlo.
La Copa se fue para Europa, por primera vez desde América. Alemania hizo lo justo y la ganó. Un Mundial que tuvo de todo, lágrimas, polémicas, tristezas, pero lo más importante, se vivió fútbol y eso nadie lo puede negar.
Y mientras en Brasil se llevaba a cabo la fiesta del fútbol, a kilómetros de distancia otro deporte popular seguía su tradición. El llamado deporte blanco tuvo su fiesta en Wimbledon.
Lo tradicional de Wimbledon, cuyos orígenes se remontan a la recta final del siglo XIX, es ser el único de los torneos de Grand Slam que se disputa en césped, a diferencia del Roland Garros que se juega en arcilla, y del US Open y el Australian Open que se juegan en cemento. Parte de las tradiciones que se mantienen tiene que ver con la vestimenta de los deportistas: los tenistas deben vestirse de blanco. Y pese a la modernidad del vestuario deportivo, se permite usar camisetas con líneas de color, pero debe predominar el color blanco. Otra de las particularidades es que no se juega el domingo de la primera semana.
Y Wimbledon ha visto jugar en sus torneos a tenistas que luego se convirtieron en leyendas, como es el caso del sueco Björn Borg o el norteamericano Pete Sampras por los varones, mientras que en damas, la alemana Steffi Graff, la checoestadounidense Martina Navratilova o las hermanas Venus y Serena Williams. Por ello, es un torneo que nunca pasa desapercibido.
Y en esta última final se enfrentaban dos grandes: Novak Djokovic versus Roger Federer. El duelo número 35 entre ambos y que tenía un balance favorable a favor del suizo.
La victoria correspondió a Djokovic, quien así ganó por segunda vez el título en este legendario torneo. Este triunfo permitió al serbio escalar y ubicarse nuevamente en el puesto número uno de la lista ATP de la clasificación mundial.
En damas, la final también fue intensa. La checa Petra Kvitova, número seis del ranking mundial, fue la reina del certamen al derrotar a la canadiense Eugénie Bouchard.
Los que disfrutamos de los deportes de éilte estuvimos este mes durante semanas en nuestro elemento. Julio fue un mes privilegiado, copado por encuentros deportivos intensos e inolvidables. Y no solo fue el fútbol, mediante el Mundial Brasil 2014, el que rondó diariamente por nuestras cabezas, también el tenis a través de Wimbledon y el básquet de la NBA captaron el máximo de nuestra atención. Pero, felizmente, las actividades deportivas de alta competencia no se terminan con este mes. Siempre van a existir opciones deportivas destacables, emocionantes, memorables. Y mientras existan deportes, ahí estaremos. De cabeza.